Las Islas del Hierro y El Dios Ahogado

El Dios Ahogado, señor de la Religión de las islas del Hierro que se dice trajo fuego del mismo océano, el cual no tiene estandarte, solo se simboliza con el océano, todos los hijos del  Hierro siguen esta religión. El Dios Ahogado les enseño a usurpar saquear y gravar sus nombres en acero y piedra. Cuando los Ándalos llegaron a las islas del Hierro se encontraron con un dios que era El Padre, El Guerrero y El  Desconocido, que podía tomar a la Doncella, La Madre o La Vieja cuando quisiera, y mantenía al Herrero en tierra firme,





Sus sacerdotes son los "Hombres Ahogados", que se visten y arman con objetos del mismo océano y se consagran al Dios ahogado con su rito mas sagrado; El Ahogamiento, y piden a su dios renacer como él, mas duros y mas fuertes. Los hijos del hierro no temen a las batallas mas sangrientas o a las olas mas bravas, porque el dios ahogado les enseño hace mucho que lo que esta muerto no puede morir.



Cuando un Hijo del Hierro muere en el océano dicen que su dios necesitaba a un guerrero fuerte, y que ahora se alimenta de festines en las estancias acuosas del Dios Ahogado, y es atendido por sirenas. Pero incluso en la muerte un Hijo del Hierro sigue siendo un guerrero. Luchan contra el Dios de la Tormenta, que tiene un castillo en las nubes, y envía fuertes vientos para hacer que sus barcos naufraguen o se pierdan.

 Se dice que un legendario antepasado de la casa Greyjoy gobernantes de las Islas del Hierro, El Rey Gris, planto guerra al dios de la Tormenta durante miles de años. Y con la bendición del Dios Ahogado, mató al dragón marino Nagga, y uso sus huesos para construir un gran salón. Una vez murió, el Dios de la Tormenta intento borrar todo rastro de esta gran proeza, pero sus canciones siguen sonando en sus salones hasta hoy.

Fue el Dios de la Tormenta el que llevo a los Ándalos hasta las islas del Hierro. Para hacerlos rendir y renegar de su fe. Es cierto que conquistaron las islas del Hierro y mataron a su Rey, pero con el tiempo cambiaron sus septos por la costa, y a sus gordos septones por los Hombres ahogados.
Los Ándalos fueron como conquistadores, pero al final, se convirtieron.



 Los Hijos del Hierro pertenecen al océano, así los hizo su dios, y se entregan a él como su dios les enseño.

No temen a los vientos del Dios de las Tormentas ni sus olas, pero sus enemigos deberían, pues estas les envían hacia ellos